
Circular por San Sebastián en los últimos se ha convertido en una tortura, los cambios de las direcciones de algunas calles, la llegada de la ZBE y las interminables y desordenadas obras del Topo resultan un coctel explosivo.
En las últimas semanas, la calle Urbieta a la altura del Buen Pastor, ha ocupado un carril de circulación de esta céntrica calle, coincidiendo con la calle San Martín, donde los autobuses, también los articulados tienen que girar a su derecha, ocupando la totalidad de la calzada, al tiempo que por la izquierda se incorporan los vehículos que salen del aparcamiento del Buen Pastor.
Los bocinazos son constantes y las situaciones de peligro se repiten a diario. Cuenta L.P. “Dando por hecho que las obras son necesarias, lo que es absolutamente inadmisible es que en situaciones como la descrita no haya ni un solo agente de movilidad regulando la circulación; ni uno. El mismo día que han sacado de paseo el radar móvil. No es de recibo, no les importa nuestro tiempo, nuestra paciencia, no les importamos nosotros” . A quien corresponda