La “nueva” calle Easo de Donostia. Menos coches (molestan) y muchas más terrazas

FOTO RACVN

Con paseo de alcalde y concejala quedaba inaugurada la céntrica y “nueva” calle Easo de Donostia, ahora con un único carril, sólo para el transporte público y con aceras más anchas que pronto se llenarán de terrazas y donde el peatón tendrá más dificultades para pasar que cuando la calle tenía dos carriles y aceras más estrechas pero sin terrazas.

La historia se repite, San Sebastián va quitando sitio a los coches (esos que al actual ayuntamiento le molestan excepto para cobrar el impuesto de circulación más caro de España), para que con la excusa de las peatonalizaciones o híbridos como es el caso, las calles se conviertan en el parque temático de sillas y mesas y mesas y sillas. Los ejemplos recientes son numerosos, por citar dos la Calle San Marcial de Donostia (en algunos tramos los vecinos no pueden ni descansar) o varias calles del barrio de Gros

En Easo llegaron las primeras terrazas “provisionales” con estructuras de madera sobre la carretera, porque había que compensar a los hosteleros por las molestas obras -eso es cierto-, durante más de ocho años, ocho, de ese Metro que en Donostia le llaman Topo. Las “provisionales” se iban a convertir pasados los años en definitivas; lo intuíamos, lo sabíamos.

Ni un árbol, ni un coche -todos atascados por las calles próximas-, pero oye, nos podremos tomar una cerveza y luego otra, y los turistas podrán cantar el “Asturias patria querida” a costa del descanso de los vecinos, algunos residentes y comerciantes de la calle ya han mostrado su enfado; han perdido la batalla. Los sufridores conductores seguirán desesperados. Es lo que tiene “la ciudad amable”. A quien corresponda