
La más que cuestionable política de movilidad del Ayuntamiento de San Sebastián, genera situaciones ridículas, como la de habilitar un aparcamiento “privado” y que los potenciales usuarios no lo utilicen.
Se encuentra situado en Illumbe, junto a la plaza de Toros y el único aparcamiento disuasorio “de quita y pon” que dispone la ciudad, a pesar de los esfuerzos inútiles de bautizar como disuasorios los aparcamientos de polígonos industriales de baja ocupación en verano, como Zuhatzu y presumir de plazas disuasorias que nadie las utiliza. La política de aparcamientos disuasorios de San Sebastián en las últimas décadas, no ha podido ser más nefasta. El último que se sepa que pretendían construir en Intxaurrondo, aprovechando la nueva salida de la variante, hubiera sido a costa de quitar un parque infantil, a espaldas de los vecinos.
El aparcamiento “privado” de Illumbe es el resultado de la falta de sensibilidad de Osakidetza y el Ayuntamiento de la ciudad, sobre todo del Ayuntamiento, a la hora de dar una solución razonable al problema de aparcamiento en la zona hospitalaria. La construcción de los nuevos edificios se ha llevado por delante cientos de plazas que ya resultaban insuficientes, convirtiendo en público el aparcamiento “privado” para empleados, a los que a cambio se les ha habilitado ese aparcamiento “fantasma” situado en Illumbe, anunciando con transporte lanzadera que nunca lo hubo y por la distancia con el centro de trabajo, apenas tiene utilización.
De hecho, las obras de los nuevos edificios se han visto comprometidas, hasta buscar una solución que no acabe con las plazas de aparcamiento de pago que hay en la actualidad.
Ya sabemos que todo lo que tiene que ver con el coche, en ciudades como San Sebastián, -por desgracia no es la única-, al actual equipo de gobierno (PNV-PSE), le produce urticaria. Seguimos construyendo la “ciudad amable”, sobre todo para los turistas, porque miles de donostiarras empiezan a estar que echan humo. A quien corresponda