
No hacía falta ser adivino. La calle Easo ya luce su nueva cara, bancos de diseño, aún les faltan las flores y sin coches, solo puede circular el transporte público y cientos de coches, sobre todo franceses que deben tener dificultades para comprender las señales de tráfico, a los que en general no se les sanciona porque en general tampoco pagan las multas del otro lado de la muga. A la hora de los fuegos, ahora en Semana Grande, se suben a las aceras, jardines y no lo hacen en los balcones porque les resulta imposible. Las sanciones son más para los de casa que somos buenos pagadores.

Las que sí se han instalado son las terrazas, más bien las mesas y sillas de los bares de la zona, que según ha podido saber #AQC del RACVN, han pedido poner más mesas y sillas que por ahora el ayuntamiento no ha autorizado. Sea como fuera hoy por la calle de Easo , ya no pueden pasar los vecinos en sus coches para tareas tan nobles como bajar a una persona con movilidad reducida o acercar la compra al portal, tampoco quienes tratan de llegar a unos de los aparcamientos de más plazas del centro de San Sebastián, La Concha, lo que ocasiona en las calles próximas unos atascos tremendos.

Pero ¡¡oye!!, tenemos una nueva calle con tráfico restringido convertida en un comedor al aire libre para más de 100 personas que a las horas punta además utilizan los nuevos bancos de diseño -para gustos los colores- para tomar unas cervecitas.
Esta práctica, la de restringir el tráfico, crear zonas peatonales y llenarlas de mesas y sillas ya es conocida en algunas ciudades. En San Sebastián hay días en los que es literalmente imposible pasear por la Plaza Gipuzkoa, varias zonas del barrios de Gros o la mismísima calle San Marcial por citar solo algunos ejemplos
Cada día es más difícil circular en coche por la ciudad, sin embargo cada día es más fácil tomarse un vermut en el mismo lugar por el que antes pasaban los coches. Es lo que algunos llaman progreso. A quien corresponda