Bien podría ser “el agente del mes” o quizá del año. Unas obras cortaban un carril de los dos dirección salida de la ciudad, en la céntrica Avenida de la Libertad, ocasionándose retenciones. A media mañana llamaba la atención la firmeza y eficacia con la que un agente de movilidad dirigía el tráfico rodado y el de peatones en este punto conflictivo de San Sebastián, uno de los “puntos negros” del tráfico, generado tras la “brillante” idea del cambio de dirección de algunas calles del centro.
Ironías aparte, lo que debiera ser una constante, es una excepción. Es extraño que los agentes de movilidad, con silbato en acción, regulen las cada día más habituales retenciones en la capital guipuzcoana.

Bien por el agente, bien por su aptitud, bien por su trabajo. Ahora solo falta que cunda el ejemplo y en las entradas y salidas de la ciudad, así como en momentos de tráfico tensionado, regulen la circulación como los recordados guardias “de toda la vida”. A quien corrresponda