Escibre J.M. “No hay cosa peor que encontrase con una persona de uniforme que se sobrepasa en sus funciones, ejerciendo abuso de autoridad y malas formas y esto es lo que me ocurrió este jueves a media tarde en el paseo Doctor Beguiristain, bajada de hospitales hacia Anoeta, en el atasco que padecemos a diario
Iba en moto, adelantando por la izquierda a los vehículos detenido en la retención y siempre dentro del carril de circulación con señalización vertical confusa y en algunos tramos amarilla, en la retención iba un vehículo de movilidad, a quien también adelanté por la izquierda, cuando estaba a su altura, el único agente que lo ocupaba abrió bruscamente la puerta para interceptarme el paso, si en vez de ir casi parado a menos de 5 km a la hora y con las piernas tocando el suelo, hubiera ido a mayor velocidad me hubiera tirado al suelo. El saludo del agente fue “¿a dónde vas coño?” y me puso una sanción grave por “realizar un adelantamiento prohibido, además el agente de movilidad iba conduciendo y comiendo. No está permitido abrir la puerta como lo hizo, no está permitido comer mientras se conduce y sí está permitido contestar al supuesto infractor “¿a dónde vas coño?”, aunque no parecen las formas más adecuadas.
Como desde el primer momento me percaté del nivel de chulería del que resultó el agente 0013 , procedí a grabar en mi móvil todo lo que estaba ocurriendo, a pesar del as reticencias del hombre vestido de naranja. En la grabación (para el que la quiera ver) se aprecia que viene hacia mi, masticando con migas alrededor de la boca.
En primer lugar, como ocurre en estos casos, es mi palabra contra la suya, mi adelantamiento no implicó el más mínimo riesgo (no subía ni un sólo coche y permanecí dentro de los márgenes del carril), pero siendo importante poner una sanción grave cuando no corresponde, lo que me parece inaceptable es el abuso de autoridad y su comportamiento chulesco.
No nos merecemos pagar con nuestros impuestos a agentes como el 0013 que a mi reiterada pregunta sobre sus formas y su inadecuada merienda al tiempo que conducía, me amenazaba con llamar a la Guardia Municipal, porque decía que no quería identificarme. Cuando terminó me djjo que me fuera, mientras recogía mis cosas me amenazó con ponerme una segunda multa por permanecer en el lugar al que él mismo me había apartado (todo está recogido en el video)
Y ya para terminar me espetó “nos conocemos”, una despedida que me sonó a amenaza, yo no tenía el gusto de conocerle, parece ser que él a mi sí. (este es el verdadero y vengativo motivo de la sanción grave)
Mi denuncia y reclamación será presentada en las oficinas de Udalinfo y de los hechos también he puesto en conocimiento a la concejala de movilidad.
Espero que tomen medidas, reconsideren la sanción y enseñen modales al agente 0013 que al menos el pasado jueves, demostró no tenerlos” . “A quien corresponda”.