San Sebastián lleva décadas debatiendo sobre la conveniencia de construir aparcamientos disuasorios; vigilados y bien comunicados con el centro. A día de hoy no tiene ninguno, a pesar de la crecida presión para evitar el uso del vehículo particular, con todo tipo de maniobras, algunas muy dudosas y todo en la ciudad con el impuesto de circulación más caro de España. Por lo tanto, tiene zonas de aparcamiento como la de la fotografía, en el Barrio de Loiola, bajo los tableros de la variante, sin vigilancia, llena de pintadas y basura, con personas en el entorno que crean inseguridad y sin un servicio propio de autobús; en definitiva el lugar menos apetecible para dejar el coche, a pesar de lo cual, cientos de personas lo hacen, porque no les queda más remedio. Es frecuente ver cristales rotos, coches desvalijados y los días de lluvia unas cataratas como se aprecia en el video, porque los canalones de agua, están destrozados. “A quien corresponda”