Una vez más Movilidad del Ayuntamiento ha actuado con premeditación, alevosía y de forma torticera con el fin de corregir sus propios errores y seguir complicando innecesariamente la movilidad de la ciudad. Pero el RACVN tiene ojos, memoria y altavoz para decir en voz alta lo que desde el Ayuntamiento prefieren callar.
Hace 15 meses, la concejala Arana (PNV) y su equipo tomó la decisión unilateral (apoyada por su socio el PSE que dice no haberse enterado de nada), de cambiar el sentido de algunas calles y complicar hasta límites insospechados la circulación en vehículo particular por el centro de la ciudad. El mayor despropósito lo generó en el cruce de la Calle San Martín con Urbieta, salida de la ciudad hacia el Antiguo, un cruce peligrosísimo donde se han producido innumerables sustos y algunas colisiones, generando un carril de circulación para el transporte público más estrecho que el propio tamaño de los autobuses (cierto, aunque cueste creerlo).
Hace unos meses, en pleno verano, todo muy calculado y tras las elecciones municipales, el Ayuntamiento anunció la prohibición de giro desde Urbieta a San Martín por las obras del Topo en la primera manzana de San Martín con Urbieta, prohibiendo este giro para los vehículos particulares y dejándolo exclusivamente para transporte público y motos. En la ciudad había quinielas sobre si Movilidad abriría o no el cruce una vez acabadas las obras. Resultado; han finalizado las obras, ya hay nuevamente dos carriles, donde durante el periodo de obras sólo había uno, pero la prohibición de girar para particulares, permanece y permanecerá según ha podido saber el RACVN tras preguntárselo a los agentes que custodian el cruce por si alguien tiene la tentación de saltarse la prohibición (infracción muy frecuente por otra parte)
Está claro que la promesa del alcalde de la ciudad Eneko Goia (PNV), de escuchar a la ciudadanía tras perder 10.000 votos en las últimas elecciones, por no haberlo hecho entre otras cosas en materia de movilidad, está en entredicho, también está claro que el pacto de gobierno firmado entre PNV y PSE de consensuar “esas pequeñas cosas” que diría Serrat, es papel mojado. El donostiarra y sus visitantes siguen viviendo una dictadura en materia de Movilidad donde unos ordenan y los demás obedecen. “A quien corresponda”