I.G. vecino del barrio donostiarra de Intxaurrondo nos traslada la molestia que ha supuesto para él y sus vecinos la colocación de una barrera de uso exclusivo para los autobuses en el nuevo enlace de Marrutxipi que en la práctica le obliga a dar una vuelta de casi tres kilómetros cada vez que quiere llegar a su casa
La inauguración del nuevo y esperado enlace de Marrutixipi desde la GI-20, ha estado envuelto en algunos nubarrones. El ayuntamiento, tal y como se denunció en #AQC del RACVN se había guardado una sorpresa y lo que estaba destinado a parque infantil con participación ciudadana previa, lo pretende destinar a aparcamiento disuasorio (que buena falta hacen en la ciudad, por cierto), pero no a costa de engañar a los vecinos, sus quejas por ahora han abortado la operación.
También se había anunciado como una salida directa a Egia y no lo es, hay que ir hacia Gros y pasar cinco semáforos para llegar al campo de Matigotxotegi, lo que en la práctica lo hace incómodo y la salida de Intxaurrondo cumple la función si cabe tan rápido o más. También ha habido quejas por la confusa señalización que sigue estando como el primer día y otra sorpresa ha sido la construcción de un carril con barrera de uso exclusivo para DBUS cuyas cocheras se encuentran en la zona. ¿No hubiera sido mejor instalar un semáforo con prioridad semafórica de tal forma que el bus tenga preferencia y los vecinos no tengan que hacer varios kilómetros más para llegar a sus casas?. En movilidad en Donostia, entre técnicos y políticos, vamos de susto en susto. A quien corresponda.