A bandazos, así se mueve la movilidad en San Sebastián. Tras crear el famoso “Datorren Donostia”, con campaña de publicidad incluida, que contemplaba el cambio de sentido de algunas calles y unas severísimas medidas para moverse por la ciudad, ayer el alcalde de Donostia, Eneko Goia, anunció que a final de año, el Centro tendrá una zona de bajas emisiones “mixta” en la que se combinarán criterios de residencia y contaminación del vehículo, muy diferente a lo anunciado hace unos meses. Hay urgencia por sacar a concurso un contrato de casi 6.000.000 de Euros para paneles de información variable, -que buena falta hace-, cámaras, etc. y es que sino se perderá la subvención de los Fondos Nex Generatión EU . La clave, como siempre, está en la letra pequeña y será la nueva corporación, tras las elecciones, quien tendrá que aprobar la ordenanza. Sea como fuere para este viaje no hacía falta estas alforjas. Todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán su ZBE , Donostia por cierto, ya la tiene, todo lo demás, son decisiones de concejales, técnicos y alcaldes. Gran y caro capricho ha sido cambiar el sentido de las calles, la ZBE y más como se anunció ayer, se podía perfectamente haber dibujado sin cambiar el sentido de las calles y crear graves situaciones de peligro y retenciones donde nos las había . Varios partidos políticos del Ayuntamiento de San Sebastián ya han anunciado que la ciudad volverá a la situación anterior, si llegan a la alcaldía, entre otros el PSE, socio de gobierno del PNV, el partido impulsor de los cambios, cuya concejala de movilidad no repetirá legislatura. Qué verdad es que las personas pasan y sus obras -nunca mejor dicho-, se quedan. “A quien corresponda”.