Como poco de rocambolesca e injusta puede calificarse la situación que ha generado la Dirección de Movilidad del Ayuntamiento de Bilbao en la gestión de las tarjetas de residentes en la zona de acceso restringido y aparcamiento regulado por la OTA que ha supuesto la cancelación de 4.500 tarjetas, con otros tantos afectados, sanciones, quejas de los vecinos y después de todo el despropósito, que no antes, una carta del Ayuntamiento en la que reconocen que podían haber hecho mejor las cosas. Pues si podían haber hecho mejor las cosas, háganlas y no jueguen con la paciencia y el bosillo de los sufridos contribuyentes.
Una vez más se evidencia el afán recaudador y el desprecio más absoluto al ciudadano, motivo que ha llevado al RACVN a denunciarlo públicamente y trasladar la cuestión al Ararteko, para que analice con detalle los hechos y en su caso recomiende al Ayuntamiento de bilbao una correcta gestión de sus responsabilidades.
Otro conflicto se produce con la modificación de criterios para la tenencia de una tarjeta de residente al limitar el número de vehículos por familia, situación que también genera conflicto en otras localidades vascas y que se agravará con las limitaciones crecientes de acceso a las ZBE’s.
El Ayuntamiento debe reconocer sus errores, anular las sanciones y proceder con sus conciudadanos de una forma responsable, colaborativa y sin que te mueva el lucro que en cuestión relacionada con el automóvil, como se comprueba a diario no tiene límites. A quien corresponda