Ocurrió este domingo, una vez más. Los carteles de la AP 1, que no están apagados o medio fundidos, se empeñaban en anunciar niebla, cuando el día ya había levantado y como se aprecia en la fotografía que nos envía C.V. hacía un sol de justicia.
Parece mentira la poca atención al conductor que se dispensa desde estos mecanismos en una autopista de peaje. Esto es como el cuento de Pedro y el Lobo que el día que realmente anuncian algo puntual e importante puede que no se les preste la atención que se merece, porque en otras muchas ocasiones, anuncian cosas que no son.
En la AP 1 la atención al ciudadano en el peaje de Vitoria también es entre nula y deficiente, el propio domingo sin ir más lejos un empleado de esta infraestructura, nos cuenta C.V. , se negó a voces a atender a un conductor que tenía problemas con el telepeaje y es que seres humanos, amables y atentos en las autopistas de peaje son un bien escaso. “A quien corresponda”