
De obra en obra, sin la más mínima consideración y sin apenas control, así transcurre la vida en Donostia, desde ayer, un poco más complicada aún.
Las obras de la calle Easo, han obligado al corte de la calle Arrasate, una estrecha calle, hoy por hoy, la única que permite penetrar al centro de la ciudad desde la Zona Oeste de San Sebastián

El tráfico es desviado a la calle Zubieta que desemboca en la propia Easo con la Avda. de la Libertad, donde también otra obra corta la calle y obliga a circular por el carril bus. Resultado; un tremendo embotellamiento en el que hasta el mediodía no se vio a ni un sólo agente de movilidad.
No dio la impresión, como suele suceder con el tráfico en San Sebastián, que este desesperante embotellamiento fuera una prioridad de la concejalía de la señora Yarza, de lo contrario en cada cruce habría agentes de movilidad para agilizar el tráfico. La ciudad tiene la configuración y el tamaño que tiene, por lo que este corte no solo originó embotellamiento en las calles señaladas, el resto de las calles próximas también permanecieron permanentemente atascadas

Este corte, no había sido anunciado, por lo que si nadie lo remedia, la situación de caos que se vivió ayer en San Sebastián, se repetirá en los próximos días. Las líneas de autobús que circulan por las calles afectadas, sufrieron retenciones y retrasos. Esta vez, no podrán echar la culpa a los franceses. A quien corresponda