Miércoles lluvioso con partido en Anoeta, a las 21,20 h. o sea 20´ después de la prohibición de aparcar los no residentes, en la línea de costa (ordenanza puesta en marcha para evitar que las autocaravanas aparquen frente al mar), un agente de movilidad controlaba con un evidente celo el cumplimiento de la señal de tráfico. Este hecho no es nuevo, ocurre con frecuencia hasta el punto que entidades deportivas como el Real Club de Tenis de San Sebastián ha perdido casi un 20% de sus usuarios que antes de ir a trabajar temprano por la mañana, o por la noche a última hora, utilizaban esta zona de aparcamiento para acudir a estas instalaciones deportivas.
El caso es que las autocaravanas aparcan en las calles cercanas y al no haber viviendas, el Paseo Eduardo Chillida que conduce hasta Conjunto Monumental del Peine del Viento, tiene todas las plazas de aparcamiento vacías, ni un sólo coche aparcado. Es el escenario perfecto para minutos antes o después de la prohibición entre las 21,00 y las 09,00 h. ir a la caza del infractor, como si esta surrealista situación fuera una tarea determinante del área de movilidad un día de partido en Anoeta, con toda la zona en obras. Los ánimos entre trabajadores y usuarios empieza a caldearse, la concejala de movilidad lo sabe. “A quien corresponda”.