Como ya adelantó en exclusiva el RACVN (ver publicación de #AQC del pasado miércoles 11/10), Marisol Garmendia (PSE) la portavoz del socio de gobierno del Ayuntamiento de San Sebastián, se enteró por la prensa , que sobre ella recaía la responsabilidad exclusiva de dibujar la futura ZBE, al ser la responsable de ecolología del Ayuntamiento. Según la concejala de movilidad Olatz Yarza (PNV) las previsibles restricciones se harán exclusivamente por criterios medioambientales, justo lo contrario de lo que hasta la fecha venían manifestando las responsables de movilidad e incluso el propio alcalde que no dudó en denominar “la ciudad amable”, cuando la ciudadanía se echó encima al saber de las torticeras intenciones de movilidad, que obviando los criterios medioambientales pretendían prohibir el paso de vehículos por el centro, se llegó a anunciar que ni motos, ni tan siquiera los vehículos eléctricos podrían atravesar La Concha para ir del Antiguo a Gros, recomendando la utilización de la variante. Este criterio lo ha venido trabajando movilidad en los últimos años, no menos de cuatro -al respecto Juan Mari Mañero preguntó al alcalde en la desaparecida Tele Donosti en el año 2020 y ya entonces cuestionó que este trayecto fuera factible- . Garmendia, según informó ayer El Diario Vasco, reconoce haberse enterado por la prensa de las nuevas intenciones de movilidad, recoge el guante y se ofrece a definir la zona de bajas emisiones si el PNV acepta que sea más reducida.
Los actuales índices de contaminación en la capital donostiarra son significativamente mayores en algunos barrios y accesos generalmente colapsados de la ciudad que en el propio Centro. Con estos argumentos encima de la mesa, lo que el Ayuntamiento tendría que dar son facilidades para una movilidad racional y sostenible, revertir el sentido de las calles, racionalizar el semáforo de la Calle Fuenterrabía y permitir nuevamente el paso por la Avenida hacia Gros. Valencia una ciudad de casi 800.000 habitantes ha sabido esquivar la Zona de Bajas Emisiones, anunciando que solo activará las cámaras (en San Sebastián ya se han licitado) cuando haya contaminación.
En Valencia consideran que las restricciones serían una posibilidad remota . En San Sebastián con cuatro veces menos de población, no tenemos mayores problemas (más bien, por suerte, todo lo contrario) que Valencia. Lo que sí tenemos son unos políticos que en esta materia hasta el momento no han sabido estar a la altura de las circunstancias, la esperanza es lo último que se pierde, aunque de paciencia ya estamos escasos. “A quien corresponda”