El Ayuntamiento donostiarra, ha convertido la Avenida de La Libertad en una estación de autobuses, urbanos e interurbanos, a escasos metros de la estación propiamente dicha, una fuente diaria de ruidos y molestias que genera grandes atascos y destroza el asfalto que no se creó para el fin que actualmente se utiliza. En la fotografía enviada por Hugo, se aprecia las obras de refuerzo del firme, ocasionándose unos atascos increíbles como los de ayer, que el mismo alcalde Goia, reconoció que se producen “en momentos puntuales”. Poco pasa el Sr. Alcalde por esta y otras calles, permanentemente atascadas por las obras, la llegada de turistas y sobre todo por las más que cuestionables decisiones del departamento de movilidad. Dicen que están haciendo una “ciudad amable” muchos otros ciudadanos creen que es todo lo contrario, “A quien corresponda”