La tarde de ayer resultó, una vez más, una ratonera para los cientos de vehículos que trataban de moverse por los diferentes viales de la ciudad, en particular por los periféricos, llegando a congestionarse la entrada a San Sebastián por el río y llegado el atasco hasta la propia variante y sino que se lo pregunten a las ambulancias que durante largos minutos estuvieron atrapadas en el Paseo del Árbol de Gernika.
G.S. se puso en contacto con el RACVN para trasladar su enfado y el de otros muchos conductores que por sorpresa se encontraron con la carretera cortada a la altura del Hospital Donostia, impidiendo los agentes de movilidad circular hacia el barrio de Amara y utilizando de forma obligatoria la variante (esa que quieren eliminar) lo que supone en muchos casos una enorme vuelta y un tiempo de traslado infinitamente mayor que el habitual, por no hablar del aumento de contaminación.
Estos cortes periféricos fueron utilizados en verano y vendidos por parte de la concejala Olatz Yarza (PNV) como una brillante idea, cientos de conductores consideran que se trata de una chapuza que alivia el colapso del centro de la ciudad y traslada el problema a los lugares de corte. Del verano a hoy es la segunda vez que establecen un corte, sin previo aviso en un lugar tan sensible como la zona hospitalaria.
Como quedó demostrado ayer por la tarde, no es verdad, es incierto, que San Sebastián sólo tiene problemas de tráfico unos pocos días al año. La situación ha empeorado notablemente desde que el verano de 2.022 se tomaran algunas drásticas medidas que pretenden como reconoció entonces la concejala “complicar la vida al conductor” -y se quedó tan ancha- . De aquellos lodos estos barros. La ciudad se ha vuelto incómoda y las medidas que se han tomado y las que se tomarán no tienen nada que ver con las recomendaciones de Europa, ni con criterios de sostenibilidad, ya lo dijo el alcalde Eneko Goia, “queremos una ciudad amable”. No tengo claro que se esté consiguiendo lo que no tengo ninguna duda es que moverse por San Sebastián en coche y en transporte público es cada día más complicado con medidas conscientemente encaminadas a colapsar la ciudad. “A quien corresponda”