San Sebastián; un cruce que por más que lo mires, no hay por donde cogerlo. (Lo deben de pensar hasta las gaviotas)

FOTO RACVN

El cruce Urbieta con la Calle San Martín, de San Sebastián, daría para escribir una serie para Nefflix; cambiaron la dirección de la calle, en la que los autobuses son más anchos que su carril, construyeron un cruce peligroso para autobuses, motos, peatones y ciclistas, se produjeron accidentes en algún caso con heridos, lo cerraron con las excusa de las obras del Metro, cuando acabaron las obras, permitieron el paso sólo del transporte público, disminuyendo la conflictividad y cabreando al común de los mortales, se han hinchado a poner multas y hoy es el día en que un carril está inutilizado con unos desordenados separadores de color rojo y blanco.

Tal es la curiosidad que genera el cruce y las situaciones de peligro que hasta las gaviotas eligen la señal de prohibido girar para descansar y observar el panorama, porque con la cantidad de señales que hay en la ciudad, que se posen en el punto negro y más conflictivo de San Sebastián generado por el departamento de movilidad no debe ser casual. “A quien corresponda”.