Los malos modales son una constante en algunos agentes de movilidad de San Sebastián y también su actitud que dista bastante de ayudar al ciudadano siendo en ocasiones, represiva y prepotente. Nos escribe C.S.G. desde Barcelona, su lugar de residencia, para contarnos lo sucedido recientemente en el cruce de las Calles Urbieta con San Martín, en pleno centro de la capital.
Nos dice “no soy de Donostia y no conozco las calles, unos agentes locales me pararon el coche y me informaron de que “me había saltado un giro prohibido y que la multa me llegaría a casa”, después descubrió que el giro que se había saltado es el famoso giro de la confluencia entre las calles Urbieta y San Martín, dice no haber visto la señal provisional de giro de prohibición a la derecha al haberla tapado un autobús (justo en la esquina, hay una parada de bus de varias líneas), en el lado izquierdo también hay una señal a la que en ocasiones le ocurre lo mismo, aunque lo lógico siendo un giro a mano derecha, es mirar la señal situada en ese lado. Por cierto, en los últimos días han movido de sitio esa señal, adelantándola unos metros, así que muy bien situada no estaba, sino no la hubieran movido de sitio. Además el GPS no está actualizado y en esta y otras calles en obras te envía por el lugar equivocado. (no es extraño ver a vehículos circulando de forma indebida)
C.S.G. con quien habló el RACVN nos dijo que le parece incorrecta la sanción y más aún las formas en las que se le dirigieron los agentes de movilidad y que ha enviado un escrito al Ayuntamiento en el que les dice “Les agradecería mucho si se pudiera anular mi sanción para poder en mis viajes futuros disfrutar de Donostia al máximo y no marchar con un sabor amargo de boca” -quedamos gustosos a la espera de la respuesta del Ayuntamiento-
C.S.G. debe saber que el giro se prohibió a raíz de unas obras que han finalizado hace meses y que quizá el motivo de su mantenimiento es que con el cambio de sentido de esa calle se generó un punto negro, siendo el carril más estrecho que los autobuses, para evitar nuevos conflictos, decidieron mantener la prohibición. Oficialmente no han dado ninguna explicación y no será porque no se les ha pedido. C.S.G. debe saber que los agentes de movilidad, siendo conocedores de la situación se sitúan sistemáticamente unos metros más adelante para “cazar” a los infractoras. C.S.G. debe saber que su caso no es un hecho aislado y que los modales de algunos (no todos, por suerte) agentes de movilidad, dejan mucho que desear y que sus responsables lo saben . A quien corresponda.