En San Sebastián están de celebración. Ahora se cumplen tres meses, tres, desde la llegada a la calle San Martín, salida de la ciudad, de unas vallas de plástico, que inutilizan uno de los carriles y generan situaciones de peligro en la parada de los autobuses, lugar acotado, en mayor o menor medida -según como sople el viento-, por los bolardos.
Primero llegaron los separadores de plástico, luego una señal y más tarde, las grandes balizas de cemento. Pero desde entonces han ido pasando cosas, al ser la parada de los autobuses, estos cogen la calle San Martín desde su inicio ocupando el otro carril, para evitar la maniobra de salida de su carril para acceder a la parada lo que en la práctica supone dejar la calle en un único carril.
Además se han colocado unas planchas metálicas en dos tramos que producen un ruido ensordecedor al paso de los vehículos, de día y de noche que según nos cuenta L.G. vecino de la calle, ha supuesto que tenga que dormir con tapones.
Cabe recordar que un carril cercano, frente a la Concha, estuvo más de un año inutilizado, este de la calle San Martín, va camino del cuarto mes, tal y como prometimos en #AQC del RACVN, iremos contando los meses. Un despropósito de la movilidad en San Sebastián, uno más . A quien corresponda.