Aránzazu Mur, directora del área de economía y logística de ANFAC, explicó que “el mercado sigue sin lograr estabilizarse. Las ventas a particulares, que en el mes anterior habían logrado un repunte, vuelven a retroceder levemente por la incertidumbre económica y la crisis de los microchips que condicionan la producción, tanto en España como en Europa, y retrasa la llegada de los vehículos a los puntos de venta. De igual manera, la subida de los precios de los carburantes y el aumento de la inflación son factores que están marcando la demanda y que seguramente vayan a afectar al ritmo de recuperación de las ventas en los próximos meses. En este contexto el aspecto positivo lo aportan los vehículos industriales y autobuses, que consolidan cifras positivas en el año. Teniendo en cuenta este contexto y la tendencia acumulada en el primer semestre las previsiones indican cerrar en torno a los 800.000 turismos vendidos este año. Una cifra por debajo del año anterior y muy lejos del ritmo natural del mercado nacional, sobre los 1,3 millones de matriculaciones anuales”.
Raúl Morales, director de comunicación de FACONAUTO, indicaba que “las ventas de vehículos en el primer semestre muestran una estabilización porque empezamos a repetir cifras parecidas a las de 2021 gracias a que los pedidos que se hicieron en el último trimestre del año pasado y en el primero de este se están convirtiendo en matriculaciones. Esto, que puede parecer positivo, no es una buena noticia porque quiere decir que aún estamos muy lejos de las cifras de 2019 y que se está cronificando un mercado insuficiente para propiciar una recuperación real del sector. Los datos del primer semestre tampoco son un buen cimiento para afrontar la segunda mitad del año, en un contexto económico de mucha incertidumbre plagado de situaciones que impactan directamente sobre las economías familiares, la confianza del consumidor y, por supuesto, sobre el automóvil, como son la escalada del IPC o el precio de los carburantes”.
Según la directora de comunicación de GANVAM, Tania Puche, destacó “el retroceso de las compras de particulares tras el crecimiento del mes pasado. Esta caída se produce en un momento en el que el poder adquisitivo de las familias se ve tocado por la subida desbocada de la inflación -en su nivel más alto en 37 años- y la escalada del Euríbor tras el cambio de rumbo de la política monetaria para amortiguar el impacto económico de la pandemia y la guerra de Ucrania. Además, aunque haya habido una ligera mejora en el suministro de materiales, no hay vehículos suficientes para dar respuesta a la demanda de las empresas alquiladoras, lo que continúa lastrando el mercado. Ante este contexto, las previsiones apuntan a que el ejercicio cerrará por tercer año seguido por debajo de las 900.000 unidades”.
Fuente: Nota de prensa ANFAC, FACONAUTO y GANVAM