Ayer domingo a las 21,05 h. se celebró en el estadio de Anoeta el encuentro entre el Aviron Bayonnnais y El Toulon, el evento de la liga francesa de rugby, con un partido TOP14, en el que se esperaban la llegada a la capital gipuzcoana de unos 35.000 franceses, lo que ocasionó colapso de tráfico (ellos tampoco vienen mayoritariamente en bici, ni tan siquiera en Topo, cuya línea de Hendaia, para a unos 25 metros del estadio de Anoeta), la mayoría vinieron en coche a San Sebastián; colapsaron la ciudad, los parkings públicos e incluso se les vio circulando en sentido contrario en las proximidades del Hotel Silken Amara Plaza. Todo eso que vieron atónitos los donostiarras pero no así los agentes de movilidad que con su ausencia permitieron lo uno y lo otro
Ayer no se hablaba de otra cosa en Donostia, también en las redes sociales donde empezaron a circular imágenes de algunos franceses en tono animado en los bares de la zona, así como de cientos de vehículos aparcados encima de las aceras y parterres, paradas de autobús, carriles bici, cruces, pasos de peatones y hasta en la puerta de un supermercado.
Un equipo del RACVN pudo contemplar y fotografiar el asalto de Amara, Riberas de Loiola y otros barrios próximos al estadio de Anoeta. Las fotografías se hicieron pasadas las 22,00 h. y hasta ese momento, no se vio a la grúa municipal retirar los vehículos mal aparcados, ni un solo vehículo de los cientos mal estacionados tenían sanción alguna
Foto RACVN (domingo 30/03/24 – 22,00 h.)
Y todo con el bendición del departamento de Movilidad del Ayuntamiento de Donostia / San Sebastián. En el recorrido que el redactor del RACVN realizó el domingo por la noche, no encontró ni un sólo agente de movilidad, ni un solo “naranjito”, varios coches de la Policía Municipal patrullaban y daban fe, de una evidencia que saltaba a la vista, también había discreta presencia de la Ertzantza
FOTO RACVN
Sorprende cuando menos tanta dejación de responsabilidad y permisibilidad con la avalancha de franceses cuando de un tiempo a esta parte la persecución a los donostiarras, trabajadores y usuarios habituales de la ciudad se les persigue; con sanciones los días de partido en el mismo lugar a coches y motos (motos que perdieron su aparcamiento hace seis años y todavía no tienen un lugar digno y cercano al estadio donde estacionar), con agentes literalmente escondidos con el radar móvil (mientras la mayor parte de los radares fijos de la ciudad están destrozados y fuera de servicio), con prohibiciones de giros con un claro objetivo; disuadir el uso del vehículo particular, ese que es tan “molesto” en la ciudad, que tanto contamina y que paga el impuesto de circulación más caro de España. Pero si eres francés, puedes circular en dirección prohibida (ayer y todos los días en la Avenida de la Libertad, calle San Martín y tantos sitios), además puedes aparcar muy cerca del estadio y hacerlo encima de las aceras e incluso en la puerta de un supermercado que para llegar hasta el, has tenido que recorrer varios cientos de metros por una acera. La desproporción, doble barra de medir y lo de mirar hacia otro lado, cuando interesa, ha vuelto a Donostia y es lo que ha creado una indignación notable. Esta es la política de movilidad del departamento que dirige Olatz Yarza y su ejército de hombres y mujeres de naranja. C´ est la vie