El glamour de la Costa Azul

Una costa de ensueño a tu alcance

Suaves acantilados, puertos pesqueros, pinos que parecen nutrirse de agua salada por su proximidad al mar, elegantes residencias, bellas playas y, sobre todo, muchas dosis de glamour, dotan a la Costa Azul de un entorno natural privilegiado. Localidades como Cannes, Saint Tropez, Niza o Mónaco nos evocan un mundo de lujo y de personajes famosos que toman el sol en la cubierta del yate.

Nuestra ruta en coche por la Costa Azul se inicia en una de estas localidades mundialmente conocidas: Saint Tropez. En su antiguo puerto de pescadores se acumulan ahora desmesurados yates que compiten en eslora y en ostentación. Tampoco desmerece el puerto de Cannes, conocida sobre todo por su festival de cine al que cada mes de mayo acuden célebres estrellas del séptimo arte. Aquí no debes perderte el paseo marítimo ni el viejo barrio de pescadores de Le Suquet y su calle de Saint Antoine, llena de agradables restaurantes.

A escasos kilómetros de Cannes se halla el tranquilo pueblo de Vallauris, que parece vivir ajeno al ajetreo de sus afamados vecinos y en el que hay una larga tradición de alfarería y cerámica. Aquí vivió durante muchos años Picasso; en la plaza del Mercado podemos admirar su escultura en bronce L’Homme au Mouton. En la siguiente localidad que encontramos siguiendo la costa, Antibes, también podremos admirar algunas obras de arte del genial pintor malagueño, pues aquí se halla un museo dedicado a su obra, ubicado en el castillo Grimaldi.

Si nos apetece podemos alejarnos unos pocos kilómetros del litoral para visitar Grasse, una localidad ubicada sobre una colina, rodeada de verde y de campos de lavanda, y conocida por ser la capital mundial de los perfumes. De regreso al Mediterráneo nos espera Niza con su pintoresco casco histórico y su famoso paseo marítimo, conocido como la Promenade des Anglais.

El Principado de Mónaco es una rareza geopolítica; una ciudad-estado, casi carente de territorio, en el que habitan poco más de treinta mil privilegiados y que prospera gracias al comercio, a las actividades financieras y al turismo. Sí, es un paraíso fiscal, aunque muchos prefieren llamarlo paraíso a secas. El turismo, y también el juego, atraen a miles de visitantes durante todo el año al lujoso escenario que es Montecarlo. Vienen para observar, admirar y sobre todo soñar. El palacio de los Grimaldi con su cambio de guardia, la catedral, el casino y algunos de los hoteles más bonitos del mundo son sus principales atractivos.

El colofón de la ruta bien podría ser la localidad de Menton, ya casi tocando a la frontera italiana. Su belleza será una inmejorable guinda a nuestroviaje en coche por la Costa Azul.

Sugerencias para disfrutar de la ruta

  • Picasso vivió en varias poblaciones de la Costa Azul, donde realizó muchas de sus mejores obras, y murió en Mougins a los noventa años. En Antibes hay un museo dedicado a él.
  • Además de Picasso, artistas como Henri Matisse, Paul Eluard y Jean Cocteau también escogieron la Costa Azul para fijar sus residencias. En Menton hay un interesante museo dedicado a Cocteau.
  • La localidad de Èze, a ocho kilómetros de Mónaco, destaca por su situación geográfica: se encuentra encaramado en lo alto de un acantilado, lo que hace de ella un auténtico mirador con unas vistas panorámicas asombrosas sobre el Mediterráneo.
  • Saint-Tropez era un pequeño pueblo de pescadores que saltó a la fama en los años 1960 tras el estreno de la película Y Dios creó a la mujer, en la que Brigitte Bardot protagonizaba sensuales secuencias.
  • Mónaco, con sus apenas dos kilómetros cuadrados, es uno de los países más pequeños del planeta y también uno de los que tiene una mayor densidad de población.
  • Desde la población de Antibes, tras un camino de unas dos horas, se llega a la Chapelle de la Garoupe, una capilla de marineros que es un inmejorable mirador sobre los Alpes y el Mediterráneo.
  • Entre los platos típicos de la región destacan la sopa de pescado bouillabaisse, el ratatouille (guiso de berenjenas, tomates, pimientos, cebollas, ajo y hierbas aromáticas), la tapenade (pasta de aceitunas negras, anchoas y alcaparras sobre pan tostado) o la brandada de bacalao de Nimes.

Carné de ruta

  • En avión 
    Aeropuerto de Niza-Costa Azul.
  • En coche 
    Irún–Niza: 882 km, vía Pau, Toulouse y Montpelliers.
  • Longitud de la Ruta 
    420 km.

Mejor Época

Cualquiera, pero la primavera y el verano son las más recomendadas.

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Textos cedidos por My Way Rutas en coche.