Hace 65 años, el padre de Enrique Gaytán de Ayala puso en marcha la tienda Ayala -cerrada hace muy poco por jubilación-, que estuvo especializada y fue muy reconocida en repuestos para el automóvil y elementos como los volantes Nardi o los faros Cibie, todo de importación. Sus productos hacían furor entre los aficionados al automóvil.
J.I.V. Con el paso del tiempo, hubo que cambiar de actividad…
Enrique Gaytán de Ayala. La llegada de coches mucho más completos, con todos los elementos que se deseaban -aire acondicionado, llantas, buenos focos, etc.,- hizo que nos decantásemos por el deporte. Hará 36 años, cuando empecé en el comercio.
J.I.V. En la época del repuesto, ¿había mucho movimiento?
E.GdeA. Muchísimo. Recuerdo a gente, entre ellos algún hermano, que se compraba un Seat 600 de unas 50.000 pesetas… Y venían a la tienda y se dejaban más de esa cantidad, ya que le ponían las fundas de los asientos, el volante, las alfombrillas… Vamos, un coche nuevo.
J.I.V. Usted también es un experto coleccionista…
E.GdeA. Lo que más me gusta coleccionar son coches pequeños, de escala 1:43. También tengo camiones o maquinaria de obra como excavadoras, entre otros. Ahora estoy centrado en coches del Rallye de Montecarlo. También tengo muchas fotos de las míticas pruebas que se realizaban por aquí, como el Rallye Vasco Navarro o Firestone, o subidas como Jaizkibel o Urbasa.
J.I.V. ¿Cómo valora la labor del RAC Vasco Navarro?
E.GdeA. Siempre he estado encantado con todo lo que puede hacer por el socio. La labor que realiza es muy buena.