Juan I. Viedma. ¿Cómo ha ido la vendimia?
José Mª Arrate. Estupenda. Al principio parecía que no iba a ir bien por el grado, pero en La Rioja ha ido muy bien y será un buen año. La población puede estar tranquila porque esta bebida va a agradar, y mucho, a todos los aficionados a paladear los ricos caldos que van a salir de la cosecha.
J.I.V. ¿Qué le pasa al Athletic?
J.M.A. No le pasa nada, absolutamente nada. No se puede crear alarmismo desde el mes de noviembre pensando, además, que puede bajar a Segunda. Tenemos un buen equipo para estar cómodamente en Primera y, sin duda alguna, mejorarán los resultados. El principio no ha sido bueno ni ilusionante, pero no por eso vamos a pensar en que todo va a salir mal.
J.I.V. Vamos con la movilidad. ¿Qué le parecen los cambios realizados en Bilbao?
J.M.A. Hay cambios y decisiones de tráfico que no se entienden muy bien. Circular a 30 km/h hace que casi sea imposible la circulación y, además, el tráfico se regula prácticamente solo, casi sin necesidad de señales, salvo la genérica que toque. Por ejemplo, en Juan de Garay, a 50 por hora… Es imposible alcanzar dicha velocidad porque hay seis semáforos. Creo que no es necesaria tanta regulación porque en Bilbao, afortunada-mente, se circula muy bien. Quien piense lo contrario, que vaya por el resto de España y verá que en casi ninguna ciudad medio-grande se circula como aquí. Siempre aparece algún listo que quiere regular las cosas de forma inadecuada.
J.I.V. ¿Qué le parecen las peatonalizaciones de Bilbao?
J.M.A. Creo que, en general, todo esto habría que consultarlo con las personas que viven en las zonas peatonalizables y no tomar las decisiones al albur de lo que se le pueda ocurrir a cualquier lunático. Me da la impresión de que se trata de dificultar la actividad de los peatones, de los comercios y de los mismos automovilistas. Creo que se está haciendo esto de una manera demencial. Así de claro.
J.I.V. ¿Cómo valora el Plan de Movilidad Urbano Sostenible?
J.M.A. Me parece perfecto tener una ciudad más eficiente, saludable y sostenible, ya que es de interés general. El tema es ¿a costa de qué? y ¿cuál es el momento de la ciudad? Habrá que preguntarse si sufrimos un ambiente ecológico negativo en Bilbao. No parece que haya un ambiente negativo según todos los parámetros que lo miden. Es bueno tener una ciudad sostenible, por supuesto, pero siempre pensando a cuenta de qué y de quién.
J.I.V. ¿Cómo ve las bicicletas y, ahora, los patinetes?
J.M.A. Está bien que en Bilbao se pueda andar en bicicleta, patinete, andando, en coche… Es decir, que todo el mundo pueda funcionar. Ahora bien, convertir Bilbao en Ámsterdam, como si todo el mundo fuera a usar la bicicleta, no va a tener buen fin. Han traído bicis eléctricas, se han averiado la mitad y la otra mitad las han robado. Van a venir, parece, otras 450. Los patinetes están de moda en Madrid, o sea que llegarán aquí. Lo de fuera se pone de moda. Si los americanos inventan otro tipo de patinete que, por ejemplo, pueda volar, pues también compraremos esa idea. Bilbao es una ciudad que está muy bien para andar, para andar en coche, para andar en transporte público, que es el que mejor tiene que funcionar, sobre todo para los que no disponen de automóvil. El peatón tiene que compatibilizarse con el coche ya que el primero también tiene coche, y los que tenemos coche también somos peatones, con lo que tendremos que convivir todos. En Bilbao, si no lo tocan y destrozan los que están con el tema de la circulación y el transporte, se anda muy bien. Que no lo tuerzan.
J.I.V. Por último, ¿cómo valora la labor del RAC Vasco Navarro en apoyo a los automovilistas?
J.M.A. Ejerce una función estupenda con sus servicios. Siempre puedes acudir a las oficinas para que te resuelvan cualquier duda y problema. Hace una gran labor, ofrece todo aquello que el automovilista puede necesitar y defiende nuestros intereses. Para los que tenemos coche, que somos muchos en Bizkaia, es un gran apoyo y te ofrece mucha información de cualquier tipo. No hay que olvidar que el coche es un medio de transporte, un medio de comunicación, beneficia al comercio y, por supuesto, paga muchos impuestos.