Han pasado más de dos semanas desde que el RACVN, denunciara el estado de los espejos cóncavos de un cruce en San Sebastián y todo sigue igual.
Según denunció C.V.C. se trata de unos espejos colocados hace varias décadas que nunca tuvieron el mantenimiento adecuado; pintados, golpeados y frecuentemente movidos por el fuerte viento. Tras se requerida la Guardia Municipal, dos agentes de movilidad sujetaron como buenamente pudieron (con alambres) estos espejos, esa misma noche uno de ellos calló al suelo que al día siguiente alguien se había llevado como si de un souvenirs se tratara
Es un cruce en curva, donde no se debe ir a más de 30 km/h y con muy poca visibilidad, regula el cruce del Paseo Duque de Baena en su extremo con el Paseo Sanserreka. En su momento el Ayuntamiento planteó alguna solución para minimizar el riesgo; badenes e incluso semáforos, pero todo quedó en medidas e informes (como tantas veces)
Lo cierto es que desde hace más de 15 días, de los dos espejos queda uno pintado y abollado y del otro, por ahora, se desconoce su paradero. Esto evidencia que la Seguridad Vial no es una prioridad del departamento de Movilidad que dirige la concejala Olatz Yarza (PNV), quien en este tiempo ha ordenado mover el radar móvil, con agentes escondidos entre la maleza y ha generado, desde los controvertidos cambios de tráfico, puntos negros que comprometen la Seguridad Vial, donde antes no los había.
