Matriculaciones de turismos y todoterrenos en País Vasco y Navarra


Félix García, director de comunicación y marketing de ANFAC, explicó que “2022 ha sido un año en el que el mercado ha vuelto a quedar por debajo de las previsiones. La crisis de los semiconductores se vio profundamente agravada por factores exógenos como la guerra de Ucrania o los confinamientos por la política de Covid Cero de China. Además de la crisis económica con alza de precios energéticos, inflación y tipos de interés, la tormenta perfecta se ha completado con estos cuellos de botella en los transportes marítimo y por carretera. Todo ello hace que 2022 vuelva a quedar por debajo de las previsiones y nos deja un escenario desfavorable para 2023 donde, siendo cautos, deberíamos abordar el asalto a la frontera de las 900.000 unidades. Todo dependerá de si termina el conflicto en Ucrania y se normaliza la cadena logística para que se puedan entregar más vehículos nuevos. Ayudará también a sumar nuevas matriculaciones que el Gobierno acelere las medidas para impulsar los puntos de recarga rápida y las ayudas directas para vehículos electrificados. Con un mercado por debajo del millón de unidades existe un riesgo real de pérdida de inversiones y empleo”.

Raúl Morales, director de comunicación de FACONAUTO, indicaba que “El año pasado, el mercado no ha podido cambiar su tendencia negativa debido sobre todo a los persistentes cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, lo que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios. Además, la subida en el precio de los combustibles y de los propios vehículos han sido circunstancias que han influido negativamente. Y en el trasfondo, un contexto en el que la inflación, el incremento de los tipos de interés y la incertidumbre de los hogares han erosionado la capacidad de consumo. Los concesionarios han visto agravada esta situación en el último tramo del ejercicio, cuando el mercado ha reflejado una clara caída de la demanda. La incertidumbre con la que cerramos 2022 nos impide vislumbrar un cambio para este 2023. Manejamos dos escenarios: un crecimiento escueto del 5%, es decir, 870.000 unidades, al que habría que sumar un 10% adicional si se solucionan los cuellos de botella en la producción, con lo que nos iríamos a 960.000 unidades. Ninguna de las dos previsiones es una buena noticia, porque estamos muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia”.

Según la directora de comunicación de GANVAM, Tania Puche, destacó que “el año ha sido más complicado en cuanto a matriculaciones que el anterior y prácticamente, tenemos que retroceder hasta 2011 para ver unos volúmenes parecidos. En este tercer ejercicio seguido en negativo, en el que se han registrado unas 400.000 unidades menos que antes de la pandemia, la falta de oferta ha hecho mella en el mercado y todo apunta a que, aunque con menor intensidad, lo seguirá haciendo en 2023, con el riesgo que supone para el empleo y la competitividad del sector. Además, en un contexto en el que el ritmo de electrificación todavía no ha alcanzado la velocidad de crucero, reenfocar las estrategias de descarbonización para conseguir parar en seco el envejecimiento del parque se convierte en objetivo prioritario para este curso que acabamos de estrenar”.